2 de abril de 2013

¡Quiero mover el bote, quiero mover el bote!

por Nicolás Martín Cassanello

¿Que tienen en común el rey Julien, de Madagascar, y la comunidad portuaria santafesina? Que a ambos les gusta mover el bote.
Pero, diferentes al fin, el monarca de los lemures arma una fiesta cada vez que puede al son de la pegadiza canción. Los santafesinos, en cambio, estamos interesados por otra clase de "bote".

En octubre de 2011 anunciamos en el blog (ver aquí) que el Puerto de Santa Fe volvía a contar con un servicio regular de barcazas, quebrando una racha de negativa de 17 años sin mover el bote.
En aquella ocasión, contamos que las negociaciones con la línea CARE S.A. habían llegado a buen puerto (vaya si cabe la metáfora), y la estación santafesina sería frecuentada por barcazas de la empresa cada unos diez o quince días.

Si bien se trataba de una noticia cargada de expectativas, cerramos el post con un manto de cautela, señalando:
Sin embargo, la presencia de una barcaza no garantiza el inmediato y repentino vuelco del comercio exterior regional hacia el puerto local. 
Una lectura realista debe comprender que las compañías marítimas estructuran la oferta de sus servicios desde Buenos Aires. Muchos operadores logísticos son reticentes a modificar el status quo, mientras que los empresarios locales tienen históricamente sus costos determinados sobre aquel puerto y no ocultan cierto escepticismo sobre el futuro del servicio fluvial. 
Tampoco se puede pasar por alto que el resto de las terminales portuarias del sur provincial compiten fuertemente y se esfuerzan por optimizar servicios, captar inversiones y atraer carga. 

Y ahora nos preguntamos ¿fue todo una una efímera mise-en-scène? ¿Al final, volvió la barcaza? ¿Se pudo exportar “algo” desde el puerto santafesino? ¿Pudimos mover el bote?


Un año y medio después de aquella noticia cabe destacar que no sólo siguen arribando barcazas, sino que ahora son dos las empresas de transporte fluvial que operan con el puerto. Al servicio que venía prestando Care desde mediados de 2011, se sumó hace unos siete meses la participación de Vessel S.A.
Ello permite contar con una frecuencia de cuatro viajes al mes: con Vessel, saliendo en forma directa a Uruguay y trasbordando al buque oceánico en el puerto de Montevideo; y con Care, haciendo trasbordo en el Puerto de Buenos Aires.

También debe destacarse la ampliación del número de líneas marítimas que trasladan carga desde y hacia esta ciudad: Evergreen, MOL, MSC (Mediterranean Shipping Company), y recientemente se incorporaron China Shipping y Hamburg Süd. Y se está negociando la llegada de un importante armador brasileño.
Ahora no sólo existe una mayor oferta de servicios, precios, contenedores, sino que también se incrementaron los destinos que se pueden alcanzar directamente desde Santa Fe.

Con respecto al movimiento de carga, debemos subrayar que, más allá del proyecto de traslado y reconversión portuaria, nuestro puerto funciona, está operativo. Luego de una agónica y larga inactividad era de esperarse la presencia de dificultades y la necesidad de realizar ajustes, pero ciertamente la terminal de cargas tiene vida.
A un año y medio iniciar las frecuencias regulares, el volúmen de carga operado por la terminal de contenedores continúa en sostenido ascenso, y en el pasado mes de marzo se movieron nada más y nada menos que 956 TEUS (1 TEU = unidad de medida equivalente a 1 contenedor de 20 pies).
A medidados de mes los operadores CARE y Vessel tuvieron la siguiente operativa:
Barcaza CARE: 
Descargo: 45 TEUS 
Cargo: 160 TEUS 
Total Movimientos: 205 TEUS 

Barcaza Virginia (Vessel): 
Descargo : 126 TEUS 
Cargo: 30 TEUS 
Total de Movimientos: 156 TEUS 

El pasado fin de semana, el movimiento operativo fue de 595 TEUS, constituyendo un verdadero record:
Viernes 29/03/2013 
Barcaza Anabisetia (Vessel): 
Descargo: 184 TEUS 
Cargo: 46 TEUS 
Total Movimientos: 230 TEUS 

Sábado 30/03/2013 
Barcaza CARE
Descarga: 249TEUS 
Carga: 116 TEUS 
Total Movimientos: 365 TEUS 
A fines de 2011 escribimos que “reactivar el puerto requiere no sólo de números competitivos sino de convicción empresaria y política, de erradicar una cultura exportadora unitaria y de reconciliar a la comunidad con su histórica identidad.”
Ciertamente, la articulación entre el sector público y privado es aceptable, y todavía puede ser mucho mejor. A su vez, la comunidad santafesina de a poco está dejando de ver al puerto como un paseo de compras y se empieza a percibir el asombro y satisfacción al ver el movimiento de embarcaciones, contenedores y camiones.
Los resultados obtenidos al momento anuncian que los primeros pasos han sido atinados, y el rumbo elegido es correcto. El techo está lejos, ahora es el momento de ir por más. 

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