“Pero...
¡cuándo se van a dar cuenta que ustedes los santafesinos tiene un muelle... no un
puerto!”. La frase pertenece a un amigo, que algo sabe del tema. Una primera
lectura puede resultar odiosa, pero a poco de meditarlo se advierte la verdad
que encierra el comentario.
De la
misma manera, una camilla tampoco convierte a la habitación que la aloja en un
quirófano. Se necesita de una mesa para operar, instrumental quirúrgico,
equipamiento acorde con la complejidad de las intervenciones, medicación,
médicos, enfermeros, instrumentistas quirúrgicos, y otros profesionales
idóneos...
Con el
puerto ocurre lo mismo: dragado y balizamiento de la vía navegable, operadores
de terminales con servicios competitivos, compañías de transporte que tomen
carga, empresarios dispuestos a importar o exportar por el puerto local,
infraestructura logística que permita el arribo de cargas por distintos medios,
remolcadores, elevadores de graneles, grúas y demás equipos para movimiento de
contenedores, balanzas fiscales, y la lista puede continuar por varios
renglones más.
Es
conveniente entonces indagar cómo deberíamos catalogar actualmente a la
estación portuaria santafesina. Pienso que para gran parte de la comunidad
local, se trata apenas de un paseo de compras... o un casino...o una tierra de
oportunidades inmobiliarias. Así lo entienden inclusive muchos empresarios y
funcionarios, pasando por alto que un puerto es, por definición, un ámbito de
transferencia de cargas, un lugar de trabajo antes que de paseo.
Pues
bien, desde la semana pasada estamos un poco más cerca de concretar el
aristotélico pasaje de “ser en potencia” el pintoresco muelle litoraleño a “ser
en acto” un punto activo de la hidrovía, de hacer tangible esa realidad del puerto con barcos tan anhelada.
La buena
nueva es que la empresa fluvial CARE ha incorporado formalmente al puerto de
Santa Fe a su servicio regular de barcazas, luego de más de un año de
negociaciones entre la autoridad portuaria local y directivos de la compañía.
De esta manera, la estación fluvial local contará con la presencia estructurada
de la barcaza cada 10 días, luego de 17 años (¡!) de ausencia de este
tipo de servicio regular.
La firma
CARE S.A. (Companía Argentina de Remolques de empuje S.A.) pertenece al Grupo
Maruba S.A., que en su
sitio web indica que es una empresa nueva dedicada
totalmente al transporte fluvial de cargas contenedorizadas en la Hidrovía
Paraná – Paraguay con la prestación de un servicio semanal “full container”
para cargas secas y refrigeradas que une las terminales portuarias de Buenos
Aires, Zárate, Las Palmas y Rosario. A las que ahora debe agregarse Terminal
Puerto de Santa Fe (muchachos de CARE, actualicen el sitio web)
El
tráfico desde Santa Fe será cubierto por la barcaza porta-contenedores “CARE
I”, de bandera argentina, que cuenta con una capacidad de carga de 320 TEUS (unidad
de medida equivalente a un contenedor de 20 pies), con capacidad de conectar
hasta 160 contenedores reefers (refrigerados).
La
embarcación se posicionó en Santa Fe el pasado miércoles 19 de octubre,
descargando 44 contenedores vacíos para ser empleados en futuras exportaciones,
y partió con con cinco contenedores de miel destinados a la Unión Europea.
Su
regreso se produjo este jueves 27, trayendo nuevos contenedores vacíos y
embarcando nuevamente miel para el viejo continente.
A
continuación detallo el itinerario del servicio semanal para los meses de
Octubre y Noviembre. La información actualizada puede consultarse en el sitio
web de la empresa fluvial
en este enlace.
Schedule Care
Diecisiete años
de postergaciones, desmantelamiento y reclamos transcurrieron para que este
servicio retornara al puerto santafesino. Toda una vida, si pensamos que en
aquel tiempo Maradona quedaba fuera del Mundial de EEUU a causa del affaire de la
efedrina.
Claro que
la presencia de la barcaza no garantiza el inmediato y drástico vuelco de las
exportaciones e importaciones regionales hacia el puerto local.
No se me escapa que bussiness are bussiness. La compañías marítimas ofrecen sus
servicios estructurados desde Buenos Aires, los empresarios locales cotizan sus
exportaciones colocadas en aquél puerto y todavía se muestran escépticos sobre
el futuro del servicio. Sin duda que la operatividad plena del puerto
santafesino llevará tiempo. Permitirá, sin embargo, dilucidar cuanto existe de
convicción en el discurso “pro-puerto” de funcionarios y empresarios y cuanto
de retórica oportunista.
Nobody said it was easy canta Chris
Martin en “The scientist”,y remata “no one ever said it would be this hard. Esperemos que no cueste tanto.