29 de julio de 2016

Novedades sobre envíos postales y courier, en Conexión Internacional.

Esta mañana conversamos un rato con Marcelo Rávida y Elisabeth Avicolli sobre las novedades en materia de estos regímenes especiales.
Como siempre, es un placer participar de Conexión Internacional.



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22 de julio de 2016

Diario de la guerra del cerdo.

por NICOLÁS CASSANELLO

Hace un par de días atrás conversaba con un productor porcino sobre la situación actual que atravesaba el sector y de sus perspectivas para este anhelado "segundo semestre".
La respuesta me sorprendió: "No tengo más la granja. La tuve que arrendar, y probablemente la termine vendiendo". Muchos otros se encuentran en esa misma situación.

Este complicado panorama se debe principalmente a dos razones: por un lado, la quita de derechos de exportación al maíz provocó un abrupto incremento del precio de este insumo. En poco tiempo, saltó de los 920 a los 3000 pesos por tonelada.
Por el otro, la eliminación de restricciones a la importación trajo aparejado el ingreso de productos extranjeros que dificultan trasladar al consumidor el aumento de los costos de producción. No es otra cosa que la mano invisible del mercado en acción.

En las últimas semanas diversos medios de comunicación dan cuenta del reclamo de este sector y otros, bregando por medidas para sobrellevar el mal momento que atraviesan.

En este artículo de La Nación, (20/4/2016) el presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), Juan Uccelli, reclamaba que se frene la importación de carne de cerdo, "que se triplicó en el primer trimestre del año" en comparación con el mismo período de 2015.

En declaraciones a la radio LT10 de la Universidad Nacional del Litoral (21/6/2016),  un productor explicaba que “el precio del cerdo está planchado. Esto está generando quebranto a los pequeños productores. Nosotros fuimos recibidos por funcionarios nacionales y ellos se comprometieron a darnos respuestas”.


El economista Federico Cagnani citado en esta nota de Página/12 (19/6/2016) explica que “la apertura de las importaciones derivó en la entrada de pulpa de cerdo desde Brasil, Dinamarca y España, a 50 pesos por kilo, un precio inalcanzable para el productor nacional. 
En el primer trimestre de 2016, las importaciones de Brasil crecieron un 211 por ciento interanual, a modo de ejemplo. Frente a estas nuevas condiciones de mercado, los productores señalan que ahora los frigoríficos ya no les compran, sino que directamente importan."


Un artículo de Juan Diego Wasilevsky en IProfesional (18/7/2016) vuelve a mencionar el aumento interanual de las importaciones.
Señala el autor que la razón por la que el Gobierno autorizó estos embarques es que “'Fue una señal hacia toda la cadena, para evitar subas de precios abusivas. Algo similar ocurrió con la carne vacuna. Más que mirar el volumen de lo que está entrando, lo que importa es el mensaje que se le está enviando al sector. El macrismo deja en claro que está controlando los valores al público', indicó una fuente sectorial que pidió reserva de identidad." 

RESPUESTA OFICIAL #1 - Observatorio de Importaciones.
El ministro de la Producción de la Provincia de Santa Fe Luis Contigiani anunció la creación de un "Observatorio de Importaciones" junto a la Federación Industrial de la Provincia de Santa Fe (FISFE) con el objeto de monitorear día a día el ingreso de producción importada.
En diálogo con la emisora LT10, el funcionario expresó que “al cierre de junio, había ingresado un 52% más en comparación con el mismo período del año pasado. Los ingresos tenían procedencia de Brasil y Dinamarca. A esto se le suma el aumento del maíz y la caída de venta de carnes en góndola (un 8% negativo). Hoy, la situación porcina es más crítica que la lechería”.
Agregó Contigiani que “según pude leer en el diario La Nación, el ministro Bruyaile dijo que iban a cerrar la importación de las carnes porcinas. Esperemos que tomen esta medida”. 

Celebramos la constitución del Observatorio, a la vez que formulamos nuestro disenso sobre soluciones que aluden al  "cierre unilateral" de importaciones en base a los motivos que explicamos más abajo.

RESPUESTA OFICIAL #2 - ¿Cierre de importaciones?
El ministro de Agroindustria de la Nación Ricardo Buryaile descartó una medida de ese tipo, y estima regular la importación de carne de cerdo mediante "un acuerdo entre privados".
Buryaile expresó en esta nota de La Nación que "No podemos salir a cerrar unilateralmente las importaciones como Brasil tampoco puede cerrar exportaciones (de la Argentina). Si cierro la importación de cerdo mañana me cierran la importación de leche, de la industria automotriz o de frutas".

Bien Buryaile, aplicando el sentido común. Suponemos que también estará siendo asesorado por especialistas en asuntos vinculados con el Sistema Multilateral del Comercio del GATT. Ambas, virtudes y circunstancias que costaba hallar en la gestión vigente hasta el 10 de diciembre pasado.

En este mismo sintonía, un comunicado del Ministerio de Agroindustria expresa que autoridades argentinas y brasileñas "acordaron iniciar conversaciones técnicas respecto de carne de cerdo fresca, de tal manera de promover acuerdos entre los dos países, con pleno involucramiento de los sectores privados".

LA DECISIÓN POLÍTICA.
La situación que intentamos describir más arriba es harto compleja, y exhibe una tensión entre diversos intereses y necesidades que se entrecruzan y que repercute en todo el entramado económico y social: ciertamente, necesitamos proteger las fuentes de trabajo y la inversion productiva local; además resulta imperioso combatir la inflación que padecen especialmente los sectores de más bajos recursos; también se procura generar condiciones de seguridad y confiabilidad para el arribo de inversión extranjera. Todo ello se debe dar en un marco de respeto a compromisos asumidos por la República Argentina ante la comunidad internacional, y evitar así la imposición de retaliaciones en el exterior a exportaciones argentinas.
La solución a este nudo gordiano deberá procurar la atención de todos estos aspectos, modificando el paradigma que estuvo vigente hasta diciembre de 2015.
Se requiere construir consensos con los actores locales y externos, antes que la procrastinación de los espadazos unilaterales.

LAS POSIBILIDADES JURÍDICAS.
Cualquiera sea la dirección que sigan las autoridades, consensos multilaterales o imposición unilateral de restricciones, la regulación de importaciones debería consultar la aplicación de normas jurídicas de fuente internacional y nacional.

A principios de 2015 se conoció el Informe del Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio que confirmaba las conclusiones a las que arribó el Grupo Especial en el Panel seguido contra la República Argentina por Medidas que afectan el Comercio de Mercancías (Asuntos WT/DS438/R; WT/DS444/R y WT/DS445/R).
Como ya se sabe, el fallo resultó adverso para la Argentina, y el país asumió el compromiso de desarticular el berenjenal antes del 31/12/2015.

El informe del Grupo Especial analiza en el punto 6.2 un conjunto de "Prescripciones Restrictivas relacionadas con el Comercio". 
A partir del apartado 6.2.2.1.2 (página 94 del documento) se aboca al estudio particular de la supuesta "Prescripción de limitar el volumen o el valor de las importaciones".

En lo que aquí nos interesa, conviene reparar en el párrafo 6.192 (página 98) que reseña la existencia de compromisos asumidos por "cuatro entidades que representaban a la cadena de valor de los productos de porcino", en los siguientes términos:


Este supuesto de limitación de importaciones fue especialmente considerado por la Organización Mundial del Comercio como una de las tantas transgresiones al artículo XI del Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), que reza:
"Ninguna parte contratante impondrá ni mantendrá -aparte de los derechos de aduana, impuestos u otras cargas- prohibiciones ni restricciones a la importación de un producto del territorio de otra parte contratante o a la exportación o a la venta para la exportación de un producto destinado al territorio de otra parte contratante, ya sean aplicadas mediante contingentes, licencias de importación o de exportación, o por medio de otras medidas."

Queda claro, entonces que la aplicación de restricciones directas a las importaciones (por aplicación de licencias, cupos, etc) resultan contrarias al sistema multilateral de comercio del GATT. Existen excepciones a este principio, las que se encuentran detalladas en el mismo acuerdo Acuerdo General y en tratados como el Acuerdo sobre Procedimientos para el Trámite de Licencias de Importación. 

A su vez, por aplicación del Artículo III del Acuerdo General, los recaudos bromatológicos y sanitarios no podrán ser más exigentes que aquellos que se exigen a los productos obtenidos o elaborados en el país.

Nuestras autoridades necesitan igualmente considerar el ordenamiento jurídico nacional; y observar con detenimiento el artículo 19 de nuestra Constitución Nacional que establece que "ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe". 
El sistema normativo concebido por el Código Aduanero desarrolla este principio de legalidad, y establece como regla que no existe valladar que impida el trámite de la importación. Excepto que corresponda aplicar prohibiciones formales sobre cierta mercadería o la vigencia de cupos específicos fijados por autoridad competente. 

En pocas palabras; se puede importar cualquier mercadería, y las restricciones que se impongan a su ingreso deberán ser establecidas por autoridad competente, respetando las prescripciones del Código Aduanero sobre la materia. 
Estos obstáculos, a su vez, deberán ser compatibles con las normas del GATT y sus acuerdos sobre materias específicas (Licencias, Obstáculos técnicos).

La reciente política de comercio administrado que desconoció estas pautas culminó en un rotundo fracaso.
Existe ahora la posibilidad de proyectar, discutir y aplicar políticas de Estado que trasciendan signos partidarios y proyectos personalistas. Ciertamente, jamás hubo otra manera. 
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