29 de marzo de 2012

Encuesta de CaCESFe sobre medidas del gobierno nacional


Finalizando el primer trimestre de 2012, la Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe (CaCESFe) realizó una encuesta entre sus asociados consultando sobre su opinión sobre las últimas medidas del gobierno nacional.
Considerando la gran disparidad de criterios respecto de la valoración de las mismas, se eligió este camino con el fin de adoptar una posición a nivel institucional que refleje la opinión de todos o por lo menos de la mayoría de los miembros.
La encuesta es absolutamente anónima, garantizándose la absoluta confidencialidad en cuanto a la divulgación de los nombres de cada uno de los participantes.
Detallamos las preguntas realizadas y un resumen de sus respuestas, aprovechando para agradecer a la entidad la amabilidad en permitirnos divulgar esta información:
  1. ¿Su empresa se ve afectada por las restricciones a las importaciones?.
  2. ¿Qué importa su empresa?.
  3. ¿Su empresa se ve afectada por las restricciones a las importaciones?.
  4. ¿Hay insumos / productos nacionales que puedan sustituir los productos que importaba?
  5. ¿Su empresa exporta más de lo que importa?
  6. ¿Cómo considera que de mantenerse esta medida en el tiempo se verá afectada su actividad?
  7. ¿Cómo cree que estas medidas afectarán en general al país?.
Llamativamente (o no), son las empresas exportadoras las que mayoritariamente se manifestaron y respondieron rápidamente la encuesta.
Esto no deja de ser un fuerte llamado de atención, ya que significa que comienzan a encenderse luces rojas en el conglomerado industrial de la región, dejándose de percibir un futuro promisorio de crecimiento por parte de las mismas.
Las respuestas provinieron de empresas de diversos sectores industriales y hubo coincidencias acerca que algunos de los procesos industriales corren riesgo de debido a la falta de insumos básicos, materias primas, máquinas, implementos o máquinas herramientas.

En cuanto a la sustitución por productos nacionales, hay coincidencia en el sentido que muchos de los insumos que se importan no se fabrican en el país, o en otros casos, sí se consiguen, son de menor calidad y/o  tienen un precio excesivo.


En relación a cómo se verá afectada la actividad de la empresa, algunas manifestaron que ya están sintiendo la falta de algunos insumos que resienten sus procesos productivos. La imposibilidad de poder estimar tiempos “ciertos” conspira incluso contra la política de ventas de la empresa (al no saber cuándo se conseguirán los insumos, tampoco se puede planificar un plazo de entrega, más aún si se trata de exportaciones). Además, la “espera” genera costos que incrementan los precios de dichos productos (ej.: estadías en depósitos fiscales, etc.).
Otros, en cambio, han resuelto postergar inversiones para mejorar su capacidad productiva.

En relación a los impactos que generará para el país, las opiniones se concentran en la preocupación que genera que se paralicen las industrias por falta de insumos y en las restricciones que pudieran determinar los países a los cuáles les estamos “cerrando” las importaciones. Esto significa ni más ni menos, una caída en las exportaciones.

Hay coincidencia en todos, que procesos como los implementados por este gobierno,  deben ser graduales, promoviendo procesos industriales que garanticen la sustitución de productos importados, en condiciones de calidad y cantidad como las actuales. Es imposible pensar que se puedan sustituir el 100% de las importaciones. Sí es menester, mediante la utilización de otros instrumentos, evitar el ingreso de productos que generen competencia desleal con los producidos localmente.

Se hace imprescindible trabajar en líneas de acción que devuelvan la competitividad de las empresas argentinas que en este último tiempo se han visto sumamente afectadas; de esta manera, no sólo se garantizarían incrementos en las exportaciones, sino la posibilidad de incorporación de nuevos procesos productivos que garanticen una real sustitución de importaciones a lo largo del tiempo.

Un párrafo aparte debe señalarse respecto de los importadores netos y los servicios al comercio exterior.
En el primer caso, muchos de ellos, están teniendo problemas de stock de mercaderías producto, básicamente, de 2 situaciones: demoras excesivas  en la autorización de nuevas  importaciones y las expectativas de inflación y faltantes que miden los consumidores que hacen que cuando antes compraban 1 ahora se llevan 2 ó más. A esto se suma el hecho que tienen que armar una estructura de exportación, buscando a algún exportador actual o potencial que le pueda ceder, previo pago de ciertos gastos y comisiones,  productos  para compensar sus importaciones.

Por último, los servicios también se ven afectados. La reducción en el número de importadores / exportadores, o la dilación entre una operación y otra, hace que los despachantes tengan menos operaciones (aunque seguramente, incrementaron la problemática en cada una de ellas). En cuanto a los fletes, los mismos se irán encareciendo, ya que el cierre de importaciones, provoca, entre otros temas, que no haya en el país contenedores vacíos, y por lo tanto y más aún, atendiendo lo lejos que está Argentina del mundo, los fletes se irán incrementando y por consiguiente afectando aún más, la competitividad de las empresas del país.

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