por NMC
Los días transcurren envueltos en cajas de
cartón y bolsas de consorcio. Me estoy mudando de casa, por tercera vez en mi vida, con la intención de que ésta sea la definitiva.
Tal vez sea la ansiedad de estrenar nuevo techo, o la necesidad de dar una vuelta de página; o exterminar este transitorio calvario de hallarme desamparado, donde todo lo útil se encuentra inlocalizable sepultado en una maraña de cinta de embalar.
En medio de este mini-caos iniciado semanas atrás me recompenso con una corta pausa. Mate en una mano, smartphone en la otra, pienso en los días transcurridos desde la última vez que escribí en el blog. Se vienen sucediendo varios acontecimientos sobre los que me hubiera gustado escribir: la Semana del Comercio Exterior, la presentación de una oferta para el traslado del puerto, el improvisado y mamarrachezco intento de suprimir la Dirección Regional de SENASA en la ciudad de Santa Fe, la promulgación del Digesto Jurídico que consagra cierta autonomía a la legislación aduanera, la venta del buque Sampán y su partida de Santa Fe luego de 4 años, las novedades judiciales y la politización de denuncias sobre supuestas irregularidades en el puerto local, conflictos laborales que paralizan puertos graneleros y terminales porteñas, la designación del CPN Jorge Sobrero en la presidencia de FeCaCERA....
Pero la amalgama "trabajo-mundial2014-mudanza" es demasiado fuerte para mi dispersa cabeza. Abandono con disgusto textos comenzados, caracteres tipeados que la inmediatez y volatilidad de los acontecimientos condenaron a la obsolescencia. En otros casos, no tiene sentido siquiera comenzar a escribir sobre ello.
O tal vez sí. Como dice el poeta... "Volveremo' volveremo'... volveremosotraveeez...."
Mientras tanto, desarmo la enésima caja y sonrío aliviado por encontrar tonterías como calcetines o una camisa.
Hasta pronto.
Los días transcurren envueltos en cajas de
cartón y bolsas de consorcio. Me estoy mudando de casa, por tercera vez en mi vida, con la intención de que ésta sea la definitiva.
Tal vez sea la ansiedad de estrenar nuevo techo, o la necesidad de dar una vuelta de página; o exterminar este transitorio calvario de hallarme desamparado, donde todo lo útil se encuentra inlocalizable sepultado en una maraña de cinta de embalar.
En medio de este mini-caos iniciado semanas atrás me recompenso con una corta pausa. Mate en una mano, smartphone en la otra, pienso en los días transcurridos desde la última vez que escribí en el blog. Se vienen sucediendo varios acontecimientos sobre los que me hubiera gustado escribir: la Semana del Comercio Exterior, la presentación de una oferta para el traslado del puerto, el improvisado y mamarrachezco intento de suprimir la Dirección Regional de SENASA en la ciudad de Santa Fe, la promulgación del Digesto Jurídico que consagra cierta autonomía a la legislación aduanera, la venta del buque Sampán y su partida de Santa Fe luego de 4 años, las novedades judiciales y la politización de denuncias sobre supuestas irregularidades en el puerto local, conflictos laborales que paralizan puertos graneleros y terminales porteñas, la designación del CPN Jorge Sobrero en la presidencia de FeCaCERA....
Pero la amalgama "trabajo-mundial2014-mudanza" es demasiado fuerte para mi dispersa cabeza. Abandono con disgusto textos comenzados, caracteres tipeados que la inmediatez y volatilidad de los acontecimientos condenaron a la obsolescencia. En otros casos, no tiene sentido siquiera comenzar a escribir sobre ello.
O tal vez sí. Como dice el poeta... "Volveremo' volveremo'... volveremosotraveeez...."
Mientras tanto, desarmo la enésima caja y sonrío aliviado por encontrar tonterías como calcetines o una camisa.
Hasta pronto.
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