31 de diciembre de 2012

Si no es ahora...¿cuando?

por Nicolás Martín Cassanello

Es el último día del año. Como si fuera el último de 365 escalones, podemos detenernos, observar y evaluar con serenidad, desde lo más alto y a la distancia, los acontecimientos que se sucedieron en este periodo que concluye.
Considero que, en líneas generales, el 2012 ha sido un año denso, difícil para el sector comex, en donde los importadores y exportadores argentinos (especialmente PyMES) han realizado considerables esfuerzos para no quedar exiliados de la aldea global. Especialmente por los obstáculos impuestos desde el propio Estado.
En materia de importaciones, comenzamos el año con la implementación de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI); se sostuvo (cuando no fue acentuado) la administración discrecional de las Licencias No Automáticas; fueron duplicadas las alícuotas de impuestos a la importación (percepciones de IVA y del Impuesto a las Ganancias); el organismo que detenta funciones aduaneras y de recaudación implementó fuertes restricciones... cambiarias (las que también fueron acompañadas desde el Banco Central de la República Argentina); se multiplicaron los controles exhaustivos de la carga so pretexto de combatir maniobras fraudulentas.
En cuanto a las exportaciones, es cierto que se llevaron a cabo algunas misiones comerciales impregnadas de parafernalia política. No menos cierto es que además se intentaron reducir los plazos para el ingreso de divisas (medida que luego fue parcialmente revertida); se intrincaron los procedimientos para percibir estímulos aduaneros y el reintegro de I.V.A.; se iniciaron sumarios por la presunta comisión de infracciones aduaneras por la falta de ingreso de divisas o su ingreso tardío; personalmente percibo que muchos exportadores habituales han dejado de operar, y la incursión de nuevos empresarios en el mercado externo se torna cada vez más ardua.

Pese a estas apreciaciones desfavorables debo admitir que, en lo personal, el 2012 también ha sido un año fructífero que me permitió crecer profesionalmente. Se presentaron las oportunidades, intenté aprovecharlas lo mejor que pude. Tal vez haya sido un golpe de suerte, tal vez fui la persona indicada en el lugar y momentos indicados, tal vez sean las invisibles consecuencias de hechos y decisiones que tomé en algún momento que ahora no avizoro.
También es cierto que este resultado positivo estuvo sazonado por interminables jornadas de 14 horas, por desapacibles noches colmadas de insomnios, por desarreglos alimenticios que me hicieron perder 6 kilos en pocos meses (la envidia de “Cuestión de Peso”). Debo decir también que nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de mi esposa y mi hija: cada pequeña cima que pude conquistar, lo hice pensando en ellos; cada vez que el agobio se hizo abrasador, fue su amor el que desenmarañó mis ojos y me ayudó a ver una salida.
El 2012 también ha sido generoso en otros aspectos más importantes, ya que no me ha faltado salud, ni dinero ni el amor de mucha gente valiosa: mis viejos, hermanos, amigos, colegas, compañeros de trabajo y tantos otros que seguro ahora me olvido.
Además, ¡estamos embarazados de nuevo! y también nacieron mis sobrinos Amaru, Pedro y Emma, que pronto estarán jugando y corriendo con sus primos y mi amada Julia.

A todo esto, ¿qué nos deparará el 2013? Lo ignoro.
Espero que sea un excelente año... y también prefiero ser cauto a la hora de expresar mis expectativas. No es que sea taciturno o no deseo celebrar el comienzo de una nueva etapa.
Tal vez me esté inclinando por vivir un poco más en el tiempo presente y prefiera estar más atento al “ahora” antes que dejarme cooptar por la ansiedad de vivir un nebuloso futuro que, en estricto rigor, no existe.
Tal vez me haya dado cuenta que los comienzos de mis “nuevas etapas” suelen llevarse a cabo en cualquier día del año, menos un 1 de enero: me recibí de abogado un 18 de diciembre, me casé un 8 de octubre, mi hija nació el 3 de julio; y no recuerdo bien la fecha exacta, pero dejé de fumar en algún momento de octubre de 2006.
Lo cierto es que cualquier día del año, en cualquiera de ellos podemos dar el puntapié inicial para un nuevo proyecto, y cualquiera puede azotarnos con alguna situación adversa que nos estruja el alma.
Mañana es 1 de Enero, renovemos las expectativas, confiemos en nuestra buena estrella, recordemos que somos afortunados por estar vivos, demos lo mejor de nosotros y disfrutemos de nuestros seres amados. Y pasado será 2 de Enero, también será un excelente día para agradecer por el delicado perfume del jazmín, la frescura del agua y la caricia celestial de un hijo. Y luego llegará otro día, ideal para iniciar aquel proyecto laboral que tanto deseamos, o para abandonar esa vida sedentaria que nos tiñe la piel de gris verdoso. SI NO ES AHORA...¿CUANDO?
Feliz año.

If not now, when? / INCUBUS 
I have waited 
dined on ashes 
swung from chandeliers 
and climbed Everest, 

and none of it's gotten me 
close to this. 
I've waited all my life 
If not now, when will I... 

We've been good 
even a blast 
but don't you feel like 
something's missing here? 
Don't you dare. 

I've waited all my life 
If not now, when will I 
stand up and face the bright light. 
Don't hide your eyes... 
It's time. 

No umbrellas 
no sunglasses 
Hail and hallelujah everyday. 

I've waited all my life 
if not now, when will I 
stand up and face the bright light? 
Don't hide your eyes... 
It's time. 

0 comentarios :

Publicar un comentario